Hablar sobre la partida de un familiar
Es una conversación difícil pero importante. Aquí hay algunos pasos para abordar este tema de manera compasiva y sensible:
- Escoge el Momento Adecuado: Encuentra un momento tranquilo y cómodo para tener la conversación. Asegúrate de tener tiempo suficiente para hablar y para responder a las preguntas que puedan surgir.
- Usa un Lenguaje Simple y Directo: Utiliza palabras simples y claras para explicar lo que ha sucedido. Por ejemplo, puedes decir: «Tengo algo triste que contarte. [Nombre del familiar] ha fallecido y ya no está con nosotros.»
- Escucha y Valida sus Sentimientos: Permite que exprese sus emociones y preguntas. Escucha atentamente y valida sus sentimientos, ya que es normal que sientan tristeza, confusión o enojo.
- Sé Honesto: Proporciona respuestas honestas y apropiadas a la edad. Evita usar eufemismos como «se fue de viaje» o «se durmió para siempre», ya que pueden causar confusión.
- Respeta las Creencias y Valores: Si eres el educador ten en cuenta las creencias religiosas y culturales de la familia al hablar sobre la muerte. Pregunta si hay alguna tradición específica que quieran seguir.
- Ofrece Consuelo: Hazle saber que es normal sentir tristeza y que está bien llorar o expresar sus emociones. Bríndale apoyo emocional y asegúrale que estás allí para escuchar.
- Comparte Recuerdos: Si lo consideran apropiado, puedes hablar sobre los buenos recuerdos que tienen con el familiar fallecido. Esto puede ayudar a celebrar su vida y a mantener su memoria viva.
- Respuesta a Preguntas: Estate preparado para responder preguntas sobre la muerte, como por qué sucedió o qué pasa después. Usa un lenguaje apropiado para la edad y sé honesto en la medida en que sea posible.
- Ofrece Consuelo Físico: Ofrécele un abrazo o sostén su mano para mostrar tu apoyo físico.
- Continúa el Apoyo: Después de la conversación inicial, sigue estando disponible para hablar, escuchar y brindar apoyo a medida que el niño procesa sus emociones y pensamientos sobre la pérdida.
Recuerda que cada niño reacciona de manera diferente a la pérdida. Ser paciente y compasivo es esencial mientras navegas esta conversación difícil.